lunes, 16 de febrero de 2009

NECRO-LÓGICAS


A propósito de Jean Baudrillard (1929-2007)

Se ha convertido en el filósofo de la etapa fractal del valor; en “el Darth Vader
del posmodernismo” y “el profeta del juicio final” contemporáneo; en un Kid
Symbol del ciberespacio y en profesional de la ciencia retórica que se deleita en
ofender a los lectores con un diagnóstico social excrementicio que sale de su clí -
nica de metavulgaridad; un exponente de violencia teórica cuya pluma sirve
como varita mágica de la física para iluminar el ciberespacio como fuego
artificial; un acróbata lingüista que se cuelga de los pies en el andamio
sobre el escenario. Sacando la lengua se burla de los maestros de
ceremonias de la vida académica.
Peter Maclaren

Las palabras de Baudrillard te susurran en el cerebro como una Hot Line intelectual, tienen una extraña capacidad de seducir, de hacerte creer que la realidad es una toma PPP[1] con extrañas ecuaciones matemáticas que invocan a la fractalidad. Intelectual decadente y sofisticado, charlatán de feria cibernética, encantador de serpientes mediáticas. Amante de lo absurdo, dialoga con este no para hacerlo entrar en razón sino para demostrar que la razón es absurda en sus postulados homogeneizantes.


Su prosa de bisturí gangrenado infecta y cercena lo que creemos, expandiendo viralmente sus ideas para quienes lo hemos leído; sus escritos poseen la tersura de un abrigo de mink y lo nauseabundo de un baño público lleno de jeringas y olores excrementicios; esto ha hecho que provoque ánimos profundamente encontrados, pues tiene la facilidad de decir las cosas que nadie quiere escuchar, el mal entendimiento de sus obras ha dado lugar a apasionamientos de carácter esquizoide ya que su escritura encriptada suscita alejamientos/acercamientos de carácter brusco que pueden dar lugar a desgarramientos cerebrales muchas veces irreparables.


Operador de casino del pensamiento, embelezado por los juegos de palabras, admirador de escritores latinoamericanos como Borges o Macedonio Fernández, le interesaba demostrar que el mundo de lo fantástico está más cerca de lo real de lo que creemos, o mas bien que para demostrar lo real hay que tomar el camino del absurdo. Alquimista del ensayo, intentó mostrar que el camino de la sociología es su anulación, su elevación a una potencia exponencial cero, si es que no se indaga por otras rutas, puesto que la rigidez académica (que no es rigurosidad) y la falta de búsqueda de fuentes alternativas solo llevaría al pensamiento a su conversión en meros manuales que solo sirven para demostrar que la realidad está en otra parte, pues los objetos/masas[2] tienen vida propia ya que estos no hacen caso a los intentos de encasillarlos o bien te dicen lo que quieres oír para que los dejes en paz.


Su obra posee una rara atemporalidad borgiana donde el antes y el después se mezclan dejando una sensación palindrómica en el contexto de sus escritos, de ahí la poca importancia de hacer un recuento cronológico de su obra, de su evolución; pues daría la impresión de que empezó por el final. Consecuente como fue con sus escritos, la implosión fue una constante en sus textos, el grado Cero de la escritura, la performatividad de la palabra, por un lado; y el grado Xerox de la misma por el otro; es decir su continua repetibilidad hasta el absurdo sin que eso signifique necesariamente algo.



Aún así se considera mínimamente útil intentar hacer un recuento de su producción teórica pues creemos que fue consecuente con sus propuestas, el plantea: “Tres órdenes de simulacros, paralelamente a las mutaciones de la ley del valor, se han sucedido desde el renacimiento: -La falsificación es el esquema dominante de la época “clásica”, del Renacimiento a la revolución industrial. -La producción es el esquema dominante de la era industrial. -La simulación es el esquema dominante de la fase actual regida por el código”[3]. Y, una cuarta que obedece a la “fase fractal o viral del valor”[4] en esta fase ya no existe equivalencia alguna entre lo real y lo representado, sino como una mera estela en descomposición dentro del firmamento teórico.


Su producción teórica -creemos- obedece a estas mutaciones y que al primer Baudrillard que va de (1968-1973)[5] le corresponde una época “clásica” y de falsificación en un sentido metafórico pues se encuentra en permanente transposición de la teoría marxista estructural conjuntamente con la visión semiológica de Roland Barthes, en donde empata la ley general del valor con un universo de los objetos que opera en consonancia con la circulación del capital, “imitando” de esta manera un esquema teórico que le permitirá abrirse paso hacia su segunda época.


El segundo Baudrillard (1976-1985)[6], ya con su molde teórico-crítico empieza a producir en “serie” y a disparar su propuesta teórica cual francotirador a todo lo que se mueva, a todo lo que suene a emancipatorio light, es su etapa más prolífica y seductora por decirlo de alguna manera, es un período de producción industrial del simulacro, donde el signo definitivamente se libera para pasar a (re)presentarse a si mismo en serie sin referente alguno.




Pasamos así a la penúltima época del autor (1986-1991)[7] que para muchos se extiende hasta su muerte, preferimos hacer una diferenciación entre ésta, -su etapa de simulación regida por el código- y la etapa fractal/viral (1993-2007)[8] que caracterizó a sus últimos escritos; aunque es muy difícil distinguirlas puesto que la tercera época está enhebrada íntimamente con la última, creemos que es factible separarlas por un cambio en su textualidad, en donde sus objetos (textos) adquieren un estatuto de autorreferencialidad que le permite negar la existencia de hechos como la guerra del golfo o autofagocitar sus orígenes (la izquierda), volviéndose más real que lo real, hiperreal; es decir, exponenciando lo que quiere decir a niveles satelitales por la ausencia de referentes, transformándose en una teoría pornográfica.


La cuarta y última etapa que comprende hasta su muerte, es más bien espasmódica, implosiva, paroxista; con una conciencia de que todo lo producido hasta entonces no puede desandarse, por tanto prefiere eludir las investigaciones largas y apostarle por los aforismos, por los fuegos pirotécnicos que brillan un instante en el cielo de la simulación y después desaparecen en el vacío. Es una época fractal y transteórica donde todo desaparece en sus textos, es un agujero negro de sí mismo.





Todo lo antes mencionado posee líneas de continuidad entre sí como un mapa genético, por eso no es raro observar que muchos textos previos sirvan de respuesta para otros que fueron publicados luego, por eso tampoco se puede ser muy rígido al intentar clasificarlo; por esta misma razón al decir que La guerra del golfo no ha tenido lugar (1991) fue un dardo infectado que se lanzó en el futuro para los evangélicos del pensamiento, para la izquierda divina (1985) ubicada en el pasado; nadie se dio cuenta que un proxeneta de las ideas como Baudrillard quería provocar un enfrentamiento de navajas entre beatos intelectuales. Provocador e irreverente, se atrevió a decir Olvidar a Foucault(1977) en una época en la cual recientemente había sido postulado para cardenal del pensamiento, -ya que aún no había muerto- hubiera resultado más difícil impugnar su canonización.


Shamán de psicodelia electrónica en aldea global, sus artículos producen una suerte de resaca metafísica en un mundo dominado por energizantes que no necesitan de nadie que los consuma para seguir existiendo como la televisión. Disc Jockey de la academia que mezcla el don y el contra-don produciendo ruido (noise) hasta perderse en el vacío agujereado por el breakdance de sus propuestas.


Por otra parte, apostol del nihilismo y vocero no oficial de la WWF[9] intelectual, fue considerado padre del posmodernismo, título demás ganado si tomamos en cuenta que este fue el rey Momo de una década perdida; o mejor dicho, atrincherada por el cambio de políticas a nivel mundial, retroceso de las izquierdas clásicas, agotamiento de la URSS como referente y victoria de los objetos en su incapacidad de ser leídos con instrumentos convencionales y caducos.


Pesimista y escéptico hasta la médula, nos recuerda que el poder no está donde este mismo nos pide que lo busquemos, puesto que la palabra en sí está infectada de capitalismo; que al intentar cambiar el sentido de las ideas, es el sentido, el que ya se encuentra impregnado de consumismo; todo es un circo, el circo de lo real y la única manera de acabar con todo es acabando con el código. Honesto en su deshonestidad con su obra y con su vida solo propongo no olvidar a Baudrillard en su intransigencia, mordacidad, ironía y cinismo propios.


Bibliografía:

Libros:


Baudrillard, Jean. El sistema de los objetos (1968)*, decimotercera ed. en español. Siglo XXI edit; México D.F. 1994.

---------------.La sociedad de consumo. Sus mitos, sus estructuras (1970), Plaza&Janes S.A. edit; Barcelona.1974.

---------------.Crítica de la economía política del signo (1972), duodécima ed. en español. Siglo XXI edit; México D.F. 1999.

---------------.El espejo de la producción. O la ilusión crítica del materialismo histórico. (1973), Gedisa; México. 1983.

---------------.El intercambio simbólico y la muerte (1976), Monte Ávila edit; Caracas. 1980.

---------------.Olvidar a Foucault (1977), Pre-Textos; Valencia, España. 2001.

---------------.A la sombra de las mayorías silenciosas (1978), Edit. Kairós; Barcelona. 1978.

---------------.De la seducción (1981), sexta edición. Edic. Cátedra; Madrid. 1994.

---------------.Cultura y simulacro (1981), cuarta edición. Edit. Kairós; Barcelona. 1993.

---------------.Las estrategias fatales (1983), quinta edición. Edit. Anagrama; Barcelona. 1997.

---------------.La izquierda divina. Crónica de los años 1977-1984 (1985), Edit. Anagrama; Barcelona. 1985.

---------------.América (1986), tercera edición. Edit. Anagrama; Barcelona. 1997.

---------------.Cool memories (1987), segunda edición. Edit. Anagrama; Barcelona. 1997.

---------------.El otro por sí mismo (1987), tercera edición. Edit. Anagrama; Barcelona. 1997.

---------------.La transparencia del mal. Ensayo sobre los fenómenos extremos. (1990), cuarta edición. Edit. Anagrama; Barcelona. 1997.

---------------.La guerra del golfo no ha tenido lugar (1991), segunda edición. Edit. Anagrama; Barcelona. 2001.

---------------.La ilusión del fin (1993), Edit. Anagrama; Barcelona. 1999.

---------------.El crimen perfecto (1995), tercera edición. Edit. Anagrama; Barcelona. 2000.

---------------.Pantalla total (1997), Edit. Anagrama; Barcelona. 2000.

---------------.El paroxista indiferente. Conversaciones con Philippe Petit. (1997), Edit. Anagrama; Barcelona. 1998.

---------------.El intercambio imposible (1999), Edic. Cátedra; Madrid. 2000.

---------------.Contraseñas (2000), Edit. Anagrama; Barcelona. 2002.

---------------.La ilusión vital (2000), Siglo XXI edit; Madrid. 2001.

*Las fechas entre paréntesis obedecen a su publicación en francés.


Artículos:


Hegemonía, diferencia y alteridad. escrito para la XIV conferencia de la academia de la latinidad, llevado a cabo en Quito del 21-23 septiembre del 2006. UASB. 2006

Kroker, Arthur. The Spirit of Jean Baudrillard. In Memoriam: 1929-2007. www.ctheory.net

Maclaren, Peter. La cámara de los horrores de Jean Baudrillard: del marxismo a la pedagogía terrorista. En: Multiculturalismo revolucionario: pedagogías de disensión para el nuevo milenio. Siglo Veintiuno; México, D.F. 1998.

Puig Peñalosa, Xavier. La crisis de la representación en la era postmoderna. El caso de Jean Baudrillard. Abya Yala; Quito, 2000.



[1] PPP, Primerísimo Primer Plano, expresión utilizada (casi exclusivamente) en la filmación de películas pornográficas al acercarse mucho las tomas de cámara. Cuando la imagen ocupa todo el espacio en la pantalla, dejando una distancia mínima entre la pantalla y lo que se está filmando, se elude el fondo para priorizar las imágenes.

[2] La relación entre objetos (de estudio)y masas es muy simbiótica a lo largo de toda su obra, puesto que él plantea la indiferenciación entre objeto/sujeto y masas/pueblo en cuanto necesidad compulsiva por clasificarlos, en votaciones, encuestas, estudios de marketing, etc. por parte de cientistas sociales, estudiosos del consumo, etc.

[3] El intercambio simbólico y la muerte, Pág. 59. Monte Avila Edit; Caracas (Venezuela) s/f y, Luís Porcel, Editor, Barcelona, 1980.

[4] La transparencia del mal. Ensayo sobre los fenómenos extremos, Pp. 11-12. Edit. Anagrama, Barcelona, 1991.

[5] Su primera época abarca estos textos: El sistema de los objetos (1968), La sociedad de consumo (1970), Crítica de la economía política del signo (1972), El espejo de la producción (1973). Las fechas entre paréntesis obedecen a su publicación en francés.

[6] La segunda está compuesta por: El intercambio simbólico y la muerte (1976), Olvidar a Foucault (1977), A la sombra de las mayorías silenciosas (1978), De la seducción (1981), Cultura y simulacro (1981), Las estrategias fatales (1983), La izquierda divina (1985).

[7] América (1986), Cool memories (1987), El otro por sí mismo (1987), La transparencia del mal (1990), La guerra del golfo no ha tenido lugar (1991).

[8] Su última etapa comprende: La ilusión del fin (1993), El crimen perfecto (1995), Pantalla total (1997), El paroxista indiferente (1997), El intercambio imposible (1999), Contraseñas (2000), La ilusión vital (2000); y múltiples artículos publicados en todo el mundo, entre ellos: Hegemonía, diferencia y alteridad (2006), escrito para la XIV conferencia de la academia de la latinidad, llevado a cabo en Quito del 21-23 septiembre del 2006, donde el autor envío su ponencia pero no pudo venir debido a sus múltiples complicaciones de salud.

[9] WWF, (World Wrestling Federation) por sus siglas en inglés. Federación Mundial de Lucha libre, que para hacer honor a Baudrillard es un simulacro de pelea mediática.



Publicado en:Revista Iconos, vol. II, no. 28. FLACSO,
(Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Ecuador) Quito. 2007.